Chuparse el dedo es común en niños pequeños. La mayoría dejan de hacerlo entre los dos y cuatro años. Pero, algunos siguen haciéndolo más allá de esa edad.

Para algunos niños, chuparse el dedo no es un problema. Pero, para otros, especialmente después de los cinco años, puede causar problemas más serios. Estos problemas pueden necesitar tratamiento de ortodoncia de intercepción o corrección.

Para los padres, saber que no hay que presionar a los hijos menores de cinco años es un alivio. Sin embargo, a partir de esa edad, es importante ser conscientes de los posibles efectos en la alineación de los dientes. Es recomendable consultar a un ortodoncista para evaluar si se necesita un tratamiento temprano.

¿Por qué se necesitan cinco años para disminuir y cesar el hábito? Esto se debe a que a los seis años comienza la dentición permanente. Durante este tiempo, es importante evitar fuerzas que obstaculicen la erupción normal de los dientes.

¿Qué problemas puede producir el chuparse el dedo?

Chuparse el dedo y el pulgar después de los cinco años puede causar varios problemas. 

  • Alineación de los dientes

El signo más claro de chuparse el dedo es la mala alineación de los dientes frontales. El pulgar o dedo chupado puede hacer que los dientes superiores sobresalgan. La presión constante también puede hacer que los dientes inferiores se inclinen. La mordida abierta también es un problema. Los dientes superiores no se superponen a los inferiores. Esto se debe a la creación de una abertura entre ellos por el pulgar o dedo.

  • Cambios en los huesos

Chuparse el dedo puede cambiar la forma de los maxilares. El maxilar superior puede estrecharse y no coincidir con el inferior. Esto puede causar una mordida cruzada.

  • Habla

La mala alineación de los dientes y la mordida abierta pueden afectar el habla. Los dientes frontales rectos son importantes para pronunciar ciertas letras. Sin tratamiento, el ceceo puede persistir hasta la edad adulta.

  • Forma de la cara

La forma y la dirección del crecimiento de la maxila y la mandíbula influyen en la cara. Una sobre mordida puede cambiar el aspecto de la cara de un niño. El tratamiento de ortodoncia puede revertir estos cambios.

Factores que influyen en la gravedad del problema

Hay tres factores que determinan la gravedad del problema de chuparse el dedo. Estos son la duración, la frecuencia y la intensidad del hábito.

  • Duración

Si el hábito no dura mucho, es poco probable que haya causado algún daño. Esto se debe a que la presión no es constante.

  • Frecuencia

Algunos niños solo se chupan el dedo unas pocas horas al día. Tal vez no lo hacen en la escuela, solo al llegar a casa, cuando están cansados, aburridos o al dormirse. Otros lo hacen todo el tiempo, incluso durmiendo toda la noche. Entre más frecuente sea, más corren riesgos.

  • Tipo de succión

Los niños no se chupan el dedo de la misma manera. Algunos lo dejan suavemente, otros con más fuerza. La fuerza con la que lo hacen puede causar más daño.

¿Mejor la chupeta que chuparse el dedo?

Hay padres que se preguntan si usar un chupeta sería mejor. Pero, una chupeta también puede causar problemas si se usa mucho. 

Las investigaciones muestran que usar chupeta puede causar problemas en los dientes y la mandíbula. Esto es más común en niños mayores. Es mejor dejar de usar la chupeta antes de los tres años.

¿Cómo puedo evitar que mi hijo se chupe el dedo?

Evitar que se chupe el dedo puede ser difícil. Es un hábito que no se elimina fácilmente.

Para que deje de chuparse el dedo, pueden intentar varias cosas. Recuerden a su hijo cada vez que lo vean chupando. Pregúntenle de manera positiva y no amenacen. Si hay algo importante es no darle un sentido de culpabilidad sino de ayuda.

Ofrecer una recompensa puede motivarles a dejarlo. Usar un guante puede recordarles no meterse la mano en la boca. 

Mantenerlos ocupados también ayuda. Si están haciendo algo con las manos, es menos probable que se las lleven a la boca. Un líquido de sabor ácido en los dedos puede hacerlos menos atractivos.

Los niños mayores entre 6 y 8 años, podrían usar un aparato fijo de ortodoncia que cambie o «reentrene» el cerebro para romper el hábito.  Darles muchos abrazos y apoyo es importante. Así se sienten apoyados y no pierden a su mejor amigo.

Los niños fuertes pueden encerrarse cuando se sienten presionados. Ten paciencia y usa el refuerzo positivo. Así lo conseguirás con el tiempo.

¿Cómo puede ayudar la ortodoncia?

Los cambios dentales se pueden corregir más fácilmente, mientras que los cambios esqueléticos dependen más del tiempo en que se inicia la intercepción para ser más eficaz.  Lo que sí es importante es iniciar antes de que salgan todos los dientes permanentes. 

Si el maxilar superior se ha alterado, el ortodoncista puede pedir empezar pronto. Así se trabaja con la parte ósea en crecimiento antes de que se fusione la sutura del paladar. Esto es necesario si se necesita realizar una expansión palatina.

Si te preocupa que tu hijo se chupe el dedo, habla con nosotros.  En Ortodoncia De La Cruz estamos para servirte. Podremos decirte si el hábito ha causado problemas a largo plazo y cuánto puede valer la pena colocar un aparato. ¡Consúltanos!